Desde
la Residencia cada día luchamos por los derechos de la mujer y su igualdad al
hombre. Pero esta semana, y coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se celebra el próximo miércoles día 8 de marzo, hemos preparado
diferentes actividades para trabajar, de una manera más concreta, la
concienciación de la igualdad entre hombres y mujeres y hacerle un pequeño
homenaje a muchas mujeres que han luchado y que siguen luchando, ya no sólo por
sus derechos y por los del resto de las mujeres, sino por sacar adelante a sus
familias, enfrentándose a numerosos obstáculos: económicos, sociales,
laborales….
Para
empezar la semana, me gustaría hacer una reflexión y que entendáis el por qué
celebramos el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
“El Día
Internacional de la Mujer es una fecha que se celebra en muchos países del
mundo. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por
fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales,
económicas y políticas, se unen para celebrar su día, pueden contemplar una
tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la
justicia, la paz y el desarrollo.
El Día
Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de
la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por
participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
La idea de un día internacional de la mujer surgió a finales del siglo XIX, pero fueron distintos sucesos en el
siglo XX los que han derivado en la conmemoración que conocemos hoy. Uno de
ellos, quizá el más simbólico pero no el único, se produjo el 25 de marzo de 1911,
cuando unas 149 personas, la mayoría mujeres murieron en el incendio de la
fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York. El suceso reveló las penosas
condiciones en las que trabajaban las mujeres, muchas de ellas inmigrantes y
muy pobres. El suceso no fue único –hubo otro incendio en circunstancias
similares tres años antes—pero suscitó grandes movilizaciones y marcó en el
calendario un día que ya se había empezado a conmemorar dos años antes también
en la ciudad de Nueva York, donde las Mujeres Socialistas –tras una declaración
del partido en Estados Unidos-- conmemoraron por primera
vez el Día Nacional de la Mujer. Era el 28 de febrero de 1909 y más de 15.000
mujeres salieron a la calle para reivindicar mejores salarios, reducción de la
jornada laboral y el derecho al voto”
Ya que nos encontramos en Almería, decir que la
historia de Almería se escribe con nombre de mujer. No porque los hombres no
hayan escrito muchas de las letras de oro que la conforman, sino porque las
féminas son las que han marcado en muchos de los momentos un impulso hacia el
progreso, hacia la igualdad en todos los aspectos. Vamos a recordar tres de
las muchas mujeres pioneras en Almería: Celia Viñas, María Enciso y Carmen
de Burgos ( quien da nombre nuestra Residencia)
María
Enciso, escritora y periodista española,
que nació en la capital almeriense en 1908. Fue una persona muy inquieta,
intelectual, culta y aperturista para el momento que le tocó vivir. Tras dar
muestras de su inequívoca adhesión a la causa republicana no le quedó más
opción que el exilio, y marchó de España en enero de 1939 rumbo a Bélgica como
delegada de evacuación, y posteriormente a América.
Celia
Viñas, maestra y escritora, que nació en Lérida, pero cuando aprueba las
oposiciones de la Cátedra de Lengua y Literatura elige Almería como destino. Fue rebelde ante las injusticias y fomentó novedosas actividades a lo largo del curso como la radio o sus populares tertulias
literarias. A pesar de su corta vida ( muere a los 39 años), nos dejó varias obras de teatro, novelas, cuentos y artículos. Celia Viñas fue, sobre todo, la maestra por excelencia, la profesora sensible, cercana y cálida que todos los estudiantes querrían tener.
La escritora, periodista y pedagoga Carmen de Burgos Seguí, conocida como Colombine,
que nació en Rodalquilar en 1867. Esta mujer luchó por los valores humanos, los
derechos de la mujer, fue una feminista activista y una agitadora cultural. En
1903 se convierte en la primera mujer del país que se incorpora como redactora
al Diario Universal. Colaboró con numerosas revistas y escribe otros
géneros literarios. Además, participa en numerosas organizaciones y da conferencias en París, Chile y México. Carmen de Burgos acabó siendo una de las
mayores defensoras del voto femenino.
Mujer donde anidar, y llegar a su hogar.
Mujer
de mil sueños, que vuela sin cesar,
que busca dejando atrás su dolor por los que ya no están,
y vuelca su amor en otro lugar.
Mujer
de bondad que ilumina donde está,
mirada lejana, recuerdos que se van,
manos que reflejan trabajo sin descansar,
ojos que lloran pero sin demostrar.
Hijos
de la vida que cosecha por plantar,
amores que dejó atrás por tener otra prioridad,
mujer que guardó para ser mamá.
Juventud
perdida que hoy vuelve a encontrar,
decepción en puerta que no puede explicar,
corazón herido que entrego sin más.
Mujer
luchadora que no piensa parar,
que sufre y llora como los demás,
entera siempre sin dejarse derrumbar,
por saber que algo mejor vendrá,
alma pura y llena de bondad que aman y la aman sin cesar.
Mujer
de mil vidas que deja huellas al andar,
camino incierto que siempre va a transitar,
palabra prohibida la de abandonar,
guerra implacable que cae pero siempre vuelve a andar
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